viernes, 15 de febrero de 2019

Enfermedades Crónicas Degenerativas



Tensión Arterial

La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear. 
El corazón tiene dos movimientos:

Sístole: se contraen las aurículas y la sangre pasa a los ventrículos que estaban vacíos. Dentro de él figura la sístole ventricular, en la que los ventrículos se contraen y la sangre que no puede volver a las aurículas por haberse cerrado las válvulas, sale por las arterias pulmonar y aorta.
Diástole: las aurículas y los ventrículos se dilatan, al relajarse la musculatura, y la sangre entra de nuevo a las aurículas.

Hipotensión Arterial

La hipotensión es el nombre técnico de una baja presión arterial. Se produce cuando los latidos del corazón, encargados de bombear la sangre al resto del cuerpo, tienen un ritmo más lento de lo habitual. Por este motivo, ni el cerebro, ni el corazón ni el resto del organismo recibe la sangre necesaria, lo que puede dar lugar a mareos y desmayos.

Un valor inferior a 90 milímetros de mercurio (mmHg) para el número más alto (presión arterial sistólica), o 60 mmHg para el número más bajo (presión arterial diastólica), se suele considerar presión arterial baja.
Causas

Hay muchos factores causantes de la hipotensión. En primer lugar, se puede producir porque los mecanismos fisiológicos que mantienen la presión arterial no funcionan de forma adecuada y transmite señales de forma incorrecta.

Es habitual que se manifieste cuando un individuo está un largo periodo de tiempo de pie y afecta sobre todo a los jóvenes y niños. Cuando se produce una hemorragia aguda es muy probable que el enfermo presente hipotensión.

Otras veces está causada por la ingesta de drogas, como el alcohol, analgésicos, medicamentos usados para la cirugía, diuréticos, etc. También se puede producir porque el afectado presente diferentes arritmias, deshidratación, anafilaxia o una diabetes descompensada.

Síntomas

Los síntomas que sufren las personas que padecen esta afección suelen ser:
Visión borrosa.
Vértigo.
Mareos.
Somnolencia y desconcierto momentáneo.
Debilidad.
Confusión e incluso pérdida de conocimiento.
Desmayos o desvanecimientos.
Náuseas y vómitos
Tipos

Dentro de los tipos a partir de los cuales se clasifica esta enfermedad están:

La hipotensión ortostática: Es la que se produce a partir de un cambio súbito en la postura del cuerpo.

Dentro de los cambios más comunes que provocan esta afección está el que el paciente pase de estar acostado a estar de pie muy rápidamente.

Esta bajada de la tensión sólo suele durar unos segundos o minutos.

La hipotensión ortostática posprandrial: En este caso, la causa es en el tipo anterior, con la característica añadida de que se produce después de comer. 

Este tipo afecta más frecuentemente a los adultos mayores, a aquellos que tienen presión arterial alta o a los que padecen Parkinson.

Hipotensión mediada neuralmente: Se denomina así a la descoordinación entre el bombeo del corazón y el cerebro. Se caracteriza por descensos bruscos de la presión sanguínea. Los pacientes tienen tendencia a no poder mantenerse en situación vertical durante mucho tiempo.

Hipotensión grave: Puede estar causada por una pérdida repentina de sangre, una infección que revista gravedad, un ataque al corazón, una reacción alérgica con carácter intenso, diversas arritmias, consumo de fármacos etc.

Hipertensión Arterial
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta.

Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud.

La mayoría de las personas que padecen de hipertensión arterial no lo saben, porque no tienen ningún síntoma, pero hay quien puede presentar:
Dolor de cabeza intenso
Mareo
Zumbido de oídos
Sensación de ver lucecitas
Visión borrosa
Dolor en el pecho y/o lumbar
Tobillos hinchados

Tipos de Hipertensión Arterial


Existen dos tipos de hipertensión: hipertensión arterial esencial, primaria o idiopática y la hipertensión arterial secundaria.
Hipertensión arterial esencial

Más del 90% de los casos no tiene una causa única ni conocida y por eso se denomina hipertensión arterial esencial, primaria o idiopática. Es la que padece la gran mayoría de los pacientes.


Hipertensión arterial secundaria

En un pequeño grupo, puede identificarse una causa, a veces tratable, responsable del aumento de las cifras de presión arterial, se trata de la hipertensión arterial secundaria, cuyas causas se enumeran en la siguiente tabla.


Hipertensión de origen renal
Pielonefritis crónica.
Glomerulonefritis aguda o crónica.
Estenosis vasculorrenal.
Tumores productores de renina.
Patología renal unilateral: atrofia segmentaria, tumor renal, otros,...
Retención primaria de sodio: Síndrome de Liddel o de Gordon.
Nefritis de diversas etiologías.
Conectivopatías y vasculitis: Lupus sistémico, esclerodermia...
Nefropatía diabética.
Poliquistosis renal.


Hipertensión de origen endocrino

Hiperfunción adrenal cortical (Cushing, hiperaldosteronismo primario, Síndrome adrenogenital primario...)
Hiperfunción medular adrenal: feocromocitoma
Acromegalia
Hipo/hipertiroidismo
Hipercalcemia
Hiperparatiroidismo
Hemangioendotelioma
Tumor extraadrenal cromafines
Tumor carcinoide

Hipertensión de origen psicógeno


Estrés
Cirugía
Traumatismo craneal severo
Enfermedades graves.
Hipertensión de origen neurológico:

Síndrome diencefálico
Disfunción del sistema nervioso autónomo.
Poliomielitis
Polineuritis. (Guillain- Barré, Saturnismo, Porfiria intermitente aguda)
Aumento de la presión intracraneal
Sección aguda de la médula espinal
Apnea del sueño.

Hipertensión por medicamentos


Simpaticomiméticos
Regaliz
Interacciones de inhibidores de la Monoamina oxidasa con alimentos ricos en tiramina (queso, chocolate, cerveza...)
Antidepresivos tricíclicos
Intoxicación por talio.
Antiinflamatorios no esteroideos.
Corticoides
Anticonceptivos orales (estrógenos)
Ciclosporina A
Eritropoyetina

Hipertensión por aumento del volumen intravascular


Transfusiones
Sueroterapia
Policitemia.

Hipertensión por alteraciones vasculares
Coartación de aorta
Fístula arteriovenosa
Insuficiencia aórtica

Hipertensión relacionada con la gestación

Preeclampsia

Hipertensión relacionada con sustancias de abuso
Alcohol,
Cocaína.
Parámetros de la Tensión Arterial


 



Colesterol Y Trigliceridos


El colesterol es un lípido esteroide que forma parte indispensable de la estructura de las membranas de las células, condicionando su permeabilidad.

Es una sustancia grasa y cerea que está en todas las partes del cuerpo. El organismo necesita una cantidad adecuada del mismo para funcionar adecuadamente. Sin embargo, el exceso en la sangre unido a otras moléculas y sustancias puede provocar que se deposite en las arterias dando lugar a placas. Esto puede provocar que las arterias se estrechen y/o se obstruyan. Además, si los niveles de colesterol en sangre son elevados puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas.

Casi todo el colesterol se sintetiza en el hígado pero una pequeña proporción procede de los alimentos que se ingieren.

Funciones del colesterol
El colesterol desempeña un papel imprescindible en el organismo. Sus principales funciones son:

Precursor de las hormonas sexuales: interviene en los precursores de la progesterona, los estrógenos y la testosterona.

Estructural: Es uno de los componentes clave de las membranas plasmáticas presentes en las células animales. En la membrana citoplasmática, por ejemplo, participa en la fluidez al regular las propiedades físico-químicas. En las membranas subcelulares se encuentra en una cantidad mínima.
Precursor de las sales biliares: Estas sales representan la vía principal para la excreción del colesterol corporal y juegan un papel imprescindible en la absorción del algunos nutrientes grasos.

Precursor de las hormonas corticoesteroidales, como la aldosterona y el cortisol.
Impulsor de la vitamina D: esta vitamina es clave para la formación normal de los dientes y de los huesos y para la absorción del calcio a nivel intestinal.
Precursor de las balsas de lípidos de la membrana celular.

Tipos de colesterol

HDL significa lipoproteínas de alta densidad en inglés. Se le llama colesterol "bueno" porque transporta el colesterol de otras partes de su cuerpo a su hígado. Su hígado luego elimina el colesterol de su cuerpo
LDL significa lipoproteínas de baja densidad en inglés. Se llama colesterol "malo" porque un nivel alto de LDL lleva a una acumulación de colesterol en las arterias
Lipoproteína de muy baja densidad VLDL También es un colesterol "malo" porque también contribuye a la acumulación de placa en las arterias. Pero la lipoproteína de muy baja densidad y el LDL son diferentes; la lipoproteína de muy baja densidad transporta triglicéridos y el LDL lleva colesterol


Qué son los triglicéridos?


Son grasas que se encuentran en determinados alimentos y también se producen en el hígado. Los triglicéridos circulan en la sangre mediante unas lipoproteínas que se producen en el intestino y en el hígado y se transportan a los tejidos donde se utilizan como una reserva de energía para cubrir las necesidades metabólicas de los músculos y el cerebro. Las primeras, se encargan de transportar los triglicéridos de los alimentos que son absorbidos, y las segundas transportan los triglicéridos que sintetiza el hígado.

Factores de Riesgo


Los factores que pueden subir su nivel de triglicéridos incluyen:
Comer regularmente más calorías de las que quema, especialmente si consume mucha azúcar
Tener sobrepeso u obesidad
Fumar cigarrillos
Uso excesivo de alcohol
Ciertos medicamentos
Algunos trastornos genéticos
Diabetes tipo 2 mal controlada 
Enfermedades del hígado o renales
Colesterol total
Por debajo de 200 mg/dl
Deseable
200-239 mg/dl
Límite alto
240 mg/dl
Alto
Por debajo de 180 mg/dl (menor de 18 años)
Deseable
Colesterol LDL
Por debajo de 100 mg/dl
Óptimo o ideal
100-129 mg/dl
Bueno
130-159 mg/dl
Límite alto
160-189 mg/dl

Alto
190 mg/dl y superior

Muy alto
Colesterol HDL
Menos de 40 mg/dl
Factor de riesgo cardiovascular
60 mg/dl y superior
Mayor protección contra la enfermedad cardiovascular

Triglicéridos


Por debajo de 150 mg/dl
Deseable
150-199 mg/dl
Límite alto
200-499 mg/dl
Altos
Superiores a 500 mg/dl
Existe riesgo de pancreatitis


Diabetes 

La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no puede usar la insulina eficazmente.

La insulina es una hormona producida en el páncreas que permite que la glucosa de los alimentos entre en las células del cuerpo, donde se convierte en la energía necesaria para que funcionen los músculos y los tejidos

Una persona con diabetes no absorbe adecuadamente la glucosa, y la glucosa sigue circulando por la sangre (una afección conocida como hiperglucemia), lo cual daña con el tiempo los tejidos del cuerpo. 

La insulina es una hormona que proviene de una glándula situada detrás y debajo del estómago (páncreas).
El páncreas segrega insulina en el torrente sanguíneo.
La insulina circula y permite que el azúcar ingrese a las células.
La insulina reduce la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo.
A medida que baja el nivel de azúcar en sangre, baja la secreción de la insulina del páncreas.
Hay 4 tipos principales de diabetes:
La diabetes tipo 1
La diabetes tipo 2
La diabetes gestacional
Diabetes Insipida


Diabetes tipo I
La diabetes tipo 1 (DM1) corresponde a la entidad anteriormente denominada diabetes mellitus insulinodependiente o juvenil, en la que la destrucción de las células β del páncreas conduce a una deficiencia absoluta de insulina. En la clasificación actual, la DM1 se subdivide en dos subtipos: DM1 A o autoinmune y DM1 B o idiopática.

DM1 A o autoinmune: enfermedad autoinmune en la que existe una destrucción selectiva de las células β del páncreas mediada por linfocitos T activados en sujetos con haplotipos HLA de predisposición. Después de un período preclínico de duración variable, durante el cual el paciente permanece asintomático, cuando la masa de células productoras de insulina llega a un valor crítico el paciente presenta la sintomatología clásica: poliuria, polidipsia, polifagia, pérdida de peso y una progresiva cetosis que puede acabar en cetoacidosis, si no se instaura tratamiento con insulina exógena.

DM1 B o idiopática: como contraposición a la DM1 A, la DM1 B engloba a aquellos pacientes con mismas o iguales características, en los que no se encuentran datos de autoinmunidad ni haplotipos HLA de predisposición. Como entidad de reciente descripción se conoce poco de su etiología, evolución y pronóstico.

Diabetes tipo II
La diabetes de tipo 2 (anteriormente conocida como diabetes de aparición en la adultez o diabetes no dependiente de insulina), es un trastorno crónico que afecta la manera en la cual el cuerpo metaboliza el azúcar (glucosa), el combustible principal del cuerpo.

Causa

La diabetes de tipo 2 aparece cuando el cuerpo desarrolla resistencia a la insulina o cuando el páncreas deja de producir insulina suficiente. Se desconoce el momento exacto en que se manifiesta, aunque parece que hay factores genéticos y ambientales, como el sobrepeso y la inactividad, que contribuyen a su aparición.

Qué es lo que produce este mecanismo de resistencia a la insulina que degenera en la diabetes tipo 2? La causa hay que buscarla en las características de los pacientes que tienen esta enfermedad y en los que existen factores comunes determinantes:
Obesidad o sobrepeso (éste último definido por un aumento del perímetro abdominal).

Hiperlipidemia, debido al aumento de los niveles de colesterol en sangre.

Hipertensión arterial.

Alimentación inadecuada (dietas hipercalóricas y ricas en grasas saturadas y poliinsaturadas).

Sedentarismo (se ingieren más calorías de las que se consumen).

El denominado síndrome metabólico, que se caracteriza por la presencia de tres o más factores de riesgo cardiovascular.

Síntomas
Sensación de fatiga.
Visión borrosa.
Sed habitual y nece idad de beber.
Hambre a horas inusuales del día.
En ocasiones pérdida de peso.
Incremento de la necesidad de orinar.
Aumento del número de procesos infecciosos y mayor lentitud en la curación de los mismos.
Problemas de erección los varones.
Irregularidades menstruales en la mujer no menopáusica.
Dolor o entumecimiento de pies o manos

Diabetes Gestacional

La diabetes gestacional se manifiesta durante el embarazo (gestación). Al igual que con otros tipos de diabetes, la diabetes gestacional afecta la forma en que las células utilizan el azúcar (glucosa). La diabetes gestacional causa un alto nivel de azúcar en sangre que puede afectar el embarazo y la salud del bebé
Todas las complicaciones del embarazo son preocupantes, pero hay buenas noticias. Las mujeres embarazadas pueden ayudar a controlar la diabetes gestacional consumiendo alimentos saludables, realizando ejercicio y, si es necesario, tomando medicamentos. Controlar el azúcar en sangre puede evitar un nacimiento complicado y mantener tu salud y la de tu bebé.

En la diabetes gestacional, el azúcar en sangre generalmente regresa a los valores normales después del parto. Pero si has tenido diabetes gestacional, tienes riesgo de contraer diabetes tipo 2. Continuarás trabajando con tu equipo de atención médica para controlar y tratar el azúcar en sangre.

Síntomas

En la mayoría de las mujeres, la diabetes gestacional no produce signos ni síntomas perceptibles.


Causas
Las hormonas del embarazo pueden bloquear el trabajo que hace la insulina. Cuando esto sucede, los niveles de azúcar en sangre de una mujer embarazada pueden incrementar.
Usted está en mayor riesgo de padecer diabetes gestacional si:

Tiene más de 25 años al quedar embarazada
Proviene de un grupo étnico con un mayor riesgo, como latino, afroamericano, nativo americano, asiático o de las islas del Pacífico
Tiene antecedentes familiares de diabetes
Dio a luz a un bebé que pesó más de 9 libras (4 kg) o que tuvo una anomalía congénita
Tiene hipertensión arterial
Tiene demasiado líquido amniótico
Ha tenido un aborto espontáneo o mortinato de manera inexplicable
Tenía sobrepeso antes del embarazo
Aumentó excesivamente de peso durante su embarazo
Presenta síndrome de ovario poliquístico

Diabetes Insipida 


La diabetes insípida es un trastorno poco común del metabolismo del agua. Esto quiere decir que el balance entre la cantidad de agua o líquido que usted toma no corresponde con el volumen de excreción urinaria. Normalmente, el hipotálamo (área del cerebro ubicada por encima de la hipófisis) produce una hormona llamada vasopresina, que se almacena en la hipófisis, glándula ubicada en la base del cráneo. La Vasopresina u hormona antidiurética es liberada hacia sangre para actuar en los riñones. Esta hormona controla el balance hídrico mediante la concentración de orina. Los pacientes con diabetes insípida pierden la capacidad para conservar suficiente agua en el cuerpo y el resultado es una pérdida rápida de agua en forma de orina diluida. Una persona con diabetes insípida necesita beber grandes cantidades de agua, impulsada por una sed extrema, para compensar la pérdida excesiva de ésta en la orina (hasta 20 litros por día). 

No se debe confundir la diabetes insípida con la enfermedad metabólica, conocida como diabetes mellitus. La diabetes mellitus es una enfermedad diferente causada por una falla en la secreción de insulina o por una insuficiente respuesta de los tejidos periféricos a la acción de la misma. Esta hormona es producida por el páncreas y es necesaria para el metabolismo de los hidratos de carbono.

Existen dos tipos de diabetes insípida: central y nefrogénica. La diabetes insípida central se presenta cuando la hipófisis secreta muy poca cantidad de la hormona vasopresina. Sus causas pueden ser un daño en el hipotálamo o la hipófisis. Este daño puede estar ocasionado por una cirugía, infección, inflamación ó tumor de la región hipotálamo-hipofisaria o un traumatismo craneal. Algunas veces, la causa sigue siendo desconocida. En muy raras ocasiones, puede ser provocada por un defecto genético. La diabetes insípida nefrogénica es mucho menos común que la diabetes insípida central, puede ser causada por enfermedades renales que hacen que los riñones no puedan responder a la vasopresina. A pesar de que hay suficiente vasopresina en circulación (a diferencia de la diabetes insípida central), los riñones no pueden responder a las señales que envía la hormona para que se reabsorba el agua. Esta enfermedad puede ser adquirida o heredada principalmente por los varones.

Síntomas
Tanto en la diabetes insípida central como en la nefrogénica los síntomas son similares. Usted puede sentir una sed intensa o incontrolable, con un deseo impetuoso por el agua helada. Asimismo, producirá grandes cantidades de orina, generalmente más de 3 a 15 litros diarios. Los pacientes con diabetes insípida se sienten a menudo extremadamente cansados porque no pueden dormir lo suficiente por la necesidad que tienen de orinar. Si este trastorno no se trata, estos pacientes pueden deshidratarse gravemente y sus cuerpos carecerán del agua suficiente para funcionar en forma adecuada.
Deshidratación
A excepción de la polidipsia primaria, que provoca la retención de demasiado líquido, la diabetes insípida puede provocar que tu cuerpo no retenga el líquido suficiente para funcionar de manera correcta, por lo que es posible que te deshidrates. La deshidratación puede provocar:
Sequedad de boca
Cambios en la elasticidad de la piel
Presión arterial baja (hipotensión)
Alta concentración de sodio en la sangre (hipernatremia)
Fiebre
Dolor de cabeza
Frecuencia cardíaca acelerada
Adelgazamiento
Desequilibrio de electrolitos

La diabetes insípida también puede causar un desequilibrio de electrolitos. Los electrolitos son minerales en la sangre, como el sodio y el potasio, que mantienen el equilibrio de líquidos en el cuerpo. El desequilibrio de electrolitos puede provocar síntomas, por ejemplo:
Fatiga o letargo
Náuseas
Pérdida de apetito
Calambres musculares
Confusión



viernes, 1 de febrero de 2019

Inmunidad


Inmunidad


El análisis de inmunoglobulina mide el nivel de ciertas inmunoglobulinas, o anticuerpos, en la sangre. Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunológico para atacar a los antígenos, como las bacterias, los virus y los alérgenos.
El cuerpo genera diferentes inmunoglobulinas para combatir cada antígeno. Por ejemplo, el anticuerpo de la varicela no es el mismo que el anticuerpo de la mononucleosis. A veces, el cuerpo puede equivocarse y generar anticuerpos que atacan a su propio tejido, afectando a los órganos sanos ya que los identifica como cuerpos extraños. Esto es lo que se conoce como "enfermedad autoinmune".


Los cinco tipos de anticuerpos son los siguientes:
Inmunoglobulina A (IgA), presente en grandes concentraciones en las membranas mucosas, particularmente en las paredes internas de las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal, como también en la saliva y las lágrimas.
Inmunoglobulina G (IgG), el tipo de anticuerpo más abundante en los líquidos corporales. Brinda protección contra las bacterias y las infecciones virales.
Inmunoglobulina M (IgM), se encuentra principalmente en la sangre y en el líquido linfático. Es el primer anticuerpo que el cuerpo genera para combatir una infección.
Inmunoglobulina E (IgE), se la asocia principalmente con las reacciones alérgicas (lo que ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada a los antígenos del medio ambiente, como el polen o el polvillo de los animales). Se encuentra en los pulmones, la piel y las membranas mucosas.
Inmunoglobulina D (IgD), existe en pequeñas cantidades en la sangre y es el anticuerpo del que menos conocimiento se tiene.


Por lo general tanto la IgA como la IgG y la IgM se miden simultáneamente. Al evaluarse juntas, le brindan al médico información importante sobre el funcionamiento del sistema inmunológico, especialmente en lo relacionado con las infecciones y las enfermedades autoinmunes.


El sistema inmunitario (SI) puede dividirse desde el punto de vista funcional en dos niveles:

a) Inmunidad innata: primera línea de defensa frente a agentes infecciosos; la mayoría de los agentes patógenos pueden controlarse antes de que se produzca una infección declarada.


b) Inmunidad adaptativa: entra en acción cuando falla la inmunidad innata. Elabora una respuesta específica para cada agente infeccioso y guarda memoria de él (puede impedir la reinfección).


a) Primera linea de defensa.

La expansión clonal de los linfocitos es necesaria para generar una respuesta inmunitaria eficiente, pero es lenta, tomando entre 3 a 5 días para generar linfocitos efectores. Por esta razón, la inmunidad innata es fundamental para controlar la mayoría de las infecciones o agresiones cutáneas y disparar la inmunidad adaptativa (1-3).

La diferencia principal entre la inmunidad innata y la adaptativa reside en los mecanismos y los receptores utilizados para el reconocimiento inmunitario (3). En el sistema inmunológico adaptativo, el receptor de linfocitos T (TCR) y el receptor de linfocitos B (BCR) son generados somáticamente durante el desarrollo celular, dotando a cada célula con un receptor estructuralmente único. Debido a que estos receptores no son codificados en la línea germinal, no están predestinados para reconocer un antígeno en particular. El diverso repertorio de BCR y TCR se genera en forma aleatoria, y aquellos linfocitos portadores de receptores útiles (ej. receptores específicos para patógenos) al toparse con sus antígenos específicos son seleccionados para la expansión clonal. Estos receptores no se trasmiten a la próxima generación de células y deben ser generados en cada camada.

Linfocito B:


• Linfocitos responsables de la respuesta humoral, es decir, de la producción de anticuerpos (inmunoglobulinas) que se adhieren a un antígeno.

• Se producen mitóticamente y cada uno de los clonos linfocitarios presenta en sus membranas anticuerpos idénticos.

• Cuando un linfocito B inmaduro se enfrenta con un antígeno especifico, se activa, se desplaza hacía el bazo o los ganglios linfáticos, experimenta una diferenciación y produce rápidamente células plasmáticas y células de memoria.

• Las células plasmáticas sintetizan y secretan abundantes cantidades de anticuerpos. Las células de memoria no secretan anticuerpos pero, si vuelven a contactar con el antígeno específico, se convierten en células plasmáticas secretoras de anticuerpos.

• La función de los linfocitos B es buscar, identificar y unirse con los antígenos específicos.
Linfocito T:



• Linfocitos que detectan antígenos asociados a moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad.

• Cuando se enfrentan con un antígeno se dividen rápidamente y producen un gran número de nuevas células T sensibilizadas frente a dicho antígeno.

• Las células T suelen denominarse “células asesinas”, ya que secretan compuestos químicos inmunológicos esenciales y ayudan a las células B a destruir las proteínas extrañas.

• Parece que estos linfocitos también desempeñan una función fundamental en la resistencia del organismo frente a la proliferación de las células cancerosas.



Lupus eritematoso sistemático



El lupus es una enfermedad autoinmunitaria crónica y compleja que puede afectar las articulaciones, la piel, el cerebro, los pulmones, los riñones y los vasos sanguíneos de manera que provoca inflamación generalizada y daño del tejido en los órganos afectados.

Causa

Aunque aún se desconoce la causa del lupus, existe evidencia concreta de la influencia de la genética, la epigenética (cambios en los cromosomas que afectan la actividad genética), los factores ambientales, los virus y las infecciones.

Signos y síntomas 

Dolores musculares
Debilidad y cansancio extremo
Fiebre
Erupciones de color rojizo
Cambios en el color de la piel
Mala circulación
Pérdida de cabello
Úlceras en la nariz
Anemia
Dolores de cabeza.
Dolor en el pecho.
Problemas de riñón.
Sensibilidad al sol.
Inflamación de las glándulas.
Depresión.

Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los síntomas que cuenta el paciente, la exploración física y la analítica.


En los análisis de sangre es frecuente que el número de leucocitos, linfocitos y plaquetas este más bajo de lo normal.

Prácticamente el 100% de los pacientes presenta anticuerpos antinucleares; cuando son negativos prácticamente se excluye la existencia de esta enfermedad.

Hay otros autoanticuerpos más específicos del lupus, como los llamados anticuerpos anti-DNA o anti-Sm, cuya presencia permite confirmar el diagnóstico. La presencia de anticuerpos antifosfolipídos también ayuda a diagnosticar el lupus.

Cómo afecta al ojo

Uveitis: Es la inflamación de una parte del ojo que se producen porque nuestras defensas lo atacan.

Síndrome Sjögren: lo padecen alrededor del 20 por ciento,se manifiesta con sequedad ocular.

Escleritis: se produce cuando se inflama la esclerótica,caracterizada por irritación, visión borrosa,dolor en el ojo,sensibilidad a la luz.

Tratamiento

Antiinflamatorios, corticoides, antimunodepresores y Medicamentos antipalúdicos



Artritis                                                                     
Es la inflamación o degeneración de una o más articulaciones. Una articulación es la zona donde 2 huesos se encuentran. Existen más de 100 tipos diferentes de artritis.

Causas
La inflamación y daño de la articulación puede ser consecuencia de:
Una enfermedad autoinmunitaria (el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano)

Fractura ósea
"Desgaste y deterioro" general de las articulaciones
Infección, con frecuencia por bacterias o virus.
Cristales como el ácido úrico o el dihidrato de pirofosfato cálcico

Factores de riesgo.


Los factores de riesgo de la artritis comprenden:
Antecedentes familiares. Algunos tipos de artritis son hereditarios, por lo que es probable que contraigas artritis si tus padres o hermanos tienen este trastorno. Tus genes pueden hacerte más vulnerable a los factores ambientales que pueden desencadenar artritis. 

Edad. El riesgo de muchos tipos de artritis, entre ellos la artrosis, la artritis reumatoide y la gota, aumenta con la edad.

Sexo. Las mujeres tienen más probabilidad que los hombres de contraer artritis reumatoide, mientras que la mayoría de las personas que tienen gota, otro tipo de artritis, son hombres.

Lesión articular previa. Las personas que se han lesionado una articulación, tal vez mientras hacían deporte, con el tiempo tienen más probabilidades de contraer artritis en esa articulación.

Obesidad. El peso extra fuerza las articulaciones, en especial las rodillas, caderas y espalda.


                                                                                                                             Esclerosis múltiple (EM

Es la más común de las enfermedades inflamatorias que dañan la cubierta de las fibras nerviosas (mielina) del Sistema Nervioso Central (SNC). En los adultos jóvenes ocupa el primer puesto entre los trastornos neurológicos que causan incapacidad. 


        

La esclerosis múltiple conlleva la destrucción preferentemente de la vaina mielínica de las fibras nerviosas, aunque también se dañan las propias fibras nerviosas (axones), en el sistema nervioso central. Afecta a encéfalo y médula espinal de modo diseminado, con cierta predilección por nervios ópticos, sustancia blanca del cerebro, tronco cerebral y médula espinal.ina dorsal. Las personas obesas tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis. 


Factores de riesgo
Hasta el momento, las causas de la EM son desconocidas y probablemente tiene un
origen multifactorial, algunas de las causas que se barajan y que, a pesar de no estar muy contrastada, no se puede excluir es que la exposición a ciertos virus en la infancia favorezca la aparición de EM., tabaquismo y población paisista Escandinavos

Signos y síntomas

Cansancio
Visión doble o borrosa
Problemas del habla
Debilidad en los miembros
Pérdida de fuerza o de sensibilidad en alguna parte del cuerpo
vertigo falta de equilibrio
Sensación de hormigueo o entumecimiento
Problemas de control urinario
Dificultad para andar o coordinar movimientos


Tratamientos

Un tratamiento relativamente reciente, el interferón beta en inyecciones, reduce la frecuencia de las recidivas. Otros tratamientos prometedores, todavía en investigación, consisten en otros interferones, mielina oral y copolímero 1, que ayudarán a evitar que el organismo ataque a su propia mielina. Aún no se han establecido los beneficios de la plasmaféresis ni de la gammaglobulina intravenosa, y, además, estos tratamientos tampoco resultan prácticos para una terapia de larga duración.


Los síntomas agudos pueden controlarse con la administración durante breves períodos de corticosteroides como la prednisona, administrada por vía oral, o la metilprednisolona por vía intravenosa; durante décadas estos fármacos han constituido la terapia de elección.